Es lo que tienen los espacios reducidos, que te asfixias en ellos. Esta mañana no podía respirar, no podía hablar, no podía sentir más que opresión en el pecho y en la garganta y zumbidos en la cabeza.
Gracias a Dios, todo a pasado.
Porque estoy en la Gran Vía de Madrid.
Y se me ensancha el alma.
martes, 15 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Joder, a mi las grandes vías me aplastan. ¿No decían que de Teruel al cielo?
Tenemos bollofontanera en los madriles?
Bien!!
Voy a ver si tengo alguna tubería q arreglar, luego dejo aviso para la cita previa :P
Wellcome to the jungle niña.
Ey Fontanera... también haces servicios en MAdrid?... Te escapas porque mis tuberías funcionan perfectamente (toco madera)
Pásalo bien en los madriles ¡y cuéntanoslo!
Para cuándo Barcelona??jejeje
Bienvenida a Madrid!!...aunque te advierto que a los tres días por aquí también te empiezas a asfixiar con tanta contaminación, eso sí los tres primeros son la leche, je,je.
Besos y que te diviertas.
Respondiendo:
Marta: No, de Teruel a ninguna parte. Para sentirte apalstada te recomiendo la plaza del Torico
Nubia: fontanera de ida y vuelta
Izel: sí mujer, los servicios que precises, fontanera a su servicio
Mari: me lo he pasado estupendamente, ya iré contando
Duna: el mes que viene. Llama a prima Vanessa y concierta una cita
Bimbolla: no estaré tiempo suficiente como para sentir la contaminación, por desgracia
Publicar un comentario